Sin disfraces

Hace poco tiempo fui a una fiesta con un amigo. Antes que llegaramos selodije que se comportara como un varón, un macho pues que muchas personas serias allí estarían para que nadie se diera cuenta que era gay así como que no se quedara charlando con el esposo de mi amiga que años atrás lo había visto salindo de un bar gay. Bueno que el esposo se encantó con mi amigo. Y la esposa - la diosa - aunque fuera su noche - el lanzamiento de su libro - la gran escritora -se quedó sorpresa con las incomunes invitacioneces del esposo a mi amigo. Aunque conozca la família hace mucho jamás me invitaran a cosas tan intímas. Yo miraba con espanto a las palabras que salían de la boca del esposo y mi amiga me miraba. Ella se dio cuenta de mi espanto. Me sentí muy mal. Ayer encontré el esposo y nuevamente él se acordó de mi amigo. A veces pienso que el matrimonio - los hijos - quedan como una obligación. Aunque las personas sepan la verdad cierran los ojos y mantienen la mentira bajo la falsa imagen de feliciudad.